
Acto III: En las afueras de París, Marcelo y Musetta establecen su residencia en una taberna, ganando su alojamiento pintando y dando lecciones de voz. Mimí aparece, buscando la hostería donde trabaja Marcello. Él sale y la saluda sorprendido. Aunque Rodolfo ha venido a la hostería, Marcello no se da cuenta de lo que Mimí le dice: que los celos constantes de su amado está destruyendo su relación. Con pesar, Marcello le aconseja a Mimí que deje a Rodolfo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario