miércoles, 30 de septiembre de 2009


Finalmente, ella comienza un vals popular, presumiendo que los hombres la admiran dondequiera que va. Esto provoca la respuesta esperada de Marcello. Para deshacerse de Alcindoro, Musetta finge que su zapato le aprieta y lo manda a traer otro; tan pronto se va, ella y Marcelo se abrazan. Los problemas se vislumbran cuando el mesero trae la cuenta, porque aparentemente el bolso de Schaunard fue hurtado, pero Musetta simplemente le pide al mesero que añada la cuenta a la de ella, entonces la deja para Alcindoro. Cuando los soldados de la Guardia Republicana pasan marchando, seguidos por niños emocionados, el grupo aclama a Musetta como la reina del barrio latino, y se dirige a su hogar, dejando a Alcindoro con la cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

LinkWithin