martes, 9 de marzo de 2010

ÓPERA FRANCESA, ESTILO, EVOLUCIÓN Y ETAPAS HISTÓRICAS: DE LULLY A DEBUSSY (PRIMERA ETAPA)


En La Opera Barroca Francesa se pueden evidenciar tres etapas claramente diferentes:

La ópera barroca fue un espectáculo diseñado para atraer tanto a la vista como al oido. Se difundió por toda Europa pero su trayectoria triunfal fue seguida por dos siglos de abandono, tiempo durante el cual fue denigrada por pasada de moda sin la menor esperanza, falta de dramatismo, pomposa y vacía. El auge de la musicología a fines del siglo XIX trajo consigo la exhumación de una obra tras otra y pasado el recodo del siglo la escuela neobarroca, en reacción contra el drama musical wagneriano, sacó provecho de ello. El nombre de Monteverdi resonó una vez más después de muchos años; tras la primera gran guerra, las obras de Haendel volvieron a la escena por vez primera en Göttingen.
Había mucho que resucitar, aparentemente como vía de escape de la emotividad del romanticismo tardío, pero un exponente del docorativo estilo vocal barroco, en verdad la estrella de la ópera barroca, había desaparecido sin remedio: el castrato, el varón mutilado que fue la creación extravagante y víctima del bel canto. La ópera francesa recibió su forma y su consistencia de Jean Baptiste Lully (1632-1687), natural de Florencia. Aunó sus esfuerzos con Molière en la aspiración a combinar la comedia, la música y la danza. La más importante comedia-ballet realizada junto con Molière fue Le bourgeois gentilhomme (1670), que se ha hecho famosa por el tratamiento que Richard Strauss dio al mismo argumento. La tragedia-ballet de Lully dio origen a la tragédia lírica, una forma característica en la historia operística francesa, vehículo de expresión del sentimiento lírico en un estilo invariablemente elevado, ya fuese con recitativos o con música detalladamente compuesta; contrasta con la ópera cómica, en la que el diálogo se interpola entre los números musicales y se tratan temas realistas, pese a que la acción no es necesariamente cómica.Las formas estilísticas de Lully fueron la base para la música escénica del compositor y teórico Jean-Philippe Rameau (1683-1767); sus argumentos los tomó de la antigüedad heroica, alternando montajes escénicos de marcados contrastes. El ballet era la pieza clave del espectáculo e hicieron su aparición los temas exóticos, como Les Indes galantes (1735). A la música se le encomendaba un efecto ilustrativo, imitando a la naturaleza, en línea con los dogmas del racionalismo. La obertura, que Lully había generalizado, se convirtió en una introducción musical, consistente en un inicio lento, de profundo sentimiento, y una sección principal rápida, a menudo fugada. El uso por parte de Rameau de los tableaux, el efecto pictórico de los decorados, que cambiaban bruscamente en los entreactos, influyeron más tarde en las óperas reformistas de Gluck. La redacción del texto poético fue particularmente valorada por los buenos racionalistas franceses de la ópera de París - y durante mucho tiempo la ópera sólo se representó en la capital-.

PRIMERA ETAPA

Constituye el llamado Le Grand Siecle; poseedora de un estilo más decorativo, aristocrático y solemne que coincide con el advenimiento y reinado de Luis XIV El Rey Sol (1643-1715), hijo de Luis XIII y Ana de Austria, y se caracteriza por el formalismo y majestuosidad. En esta etapa la figura musical predominante es, J. B. Lully y se caracteriza por la llegada de la ópera a Francia y el auge de la Comedia-Ballet y la Opera-Ballet. Lully también, escribió sus primeras marchas militares, ceremoniales y obras para banda, utilizando pífanos, oboes, trompetas e introdujo una suerte de flauta transversal pero aún muy imperfecta. Años más tarde, el rey encarga de la Grande Écurie, -nombre que se le daba a la Banda Real-, al compositor y ejecutante del oboe André Philidor (c.1647-1730) quien recibe la tarea de revisar y confeccionar un nuevo repertorio musical ceremonial; como resultado de este trabajo, aún se conservan en la Biblioteca de Versalles más de 300 suites escritas para trompetas, cornos de caza y oboes.Luis XIV ordena , la creación de Les Grands Hautbois, un ensamble de vientos integrado por doce músicos ejecutantes de oboes soprano, alto y tenor; dos fagotes; dos cornetas y una especie de castañuelas (bones); promovió así mismo, otra Banda Montada llamada Les Trompes du Roi, agrupación, integrada por cornos de caza y timbales, que aún existe como símbolo de tradición; viste uniformes de la época y suele presentarse en ocasiones muy solemnes.

Fuente: http://blogclasico.blogspot.com/

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